COMPRENDER Y TRATAR EL TRASTORNO POR ACUMULACIÓN:
UN EXCESIVO APEGO A LOS OBJETOS
Entrevista a Melissa Norberg
Melissa Norberg es Presidenta de la Asociación Australiana de Terapia cognitivo-conductual, Profesora asociada y Directora adjunta del Centro de Salud emocional del Departamento de Psicología (Universidad de Macquarie, Australia). Docente, psicóloga clínica e investigadora cuyos intereses principales son el conocimiento de los factores y procesos (generales y especifícos) etiológicos y de mantenimiento de los trastornos de ansiedad, del trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados, y de los problemas relacionados con el abuso de sustancias. De su curriculum investigador destacan más de 90 publicaciones científicas centradas, sobre todo en el trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por acumulación y abuso de sustancias.
ENTREVISTA
La entrevista que se recoge a continuación ha sido realizada por Ana Isabel Rosa Alcázar (catedrática de Psicología Clínica de la Universidad de Murcia y directora del grupo de investigación centrado en el Trastorno obsesivo-compulsivo y relacionados)
AIRA: En primer lugar, Dra. Norberg, en nombre de los organizadores del Congreso le doy las gracias por aceptar la invitación a participar como experta en el XIII Congreso Internacional de Psicología Clínica que se llevará a cabo los días 11 al 14 de noviembre en Santiago de Compostela (Spain). Es un honor poder contar con su colaboración a pesar de sus muchas ocupaciones.
Usted nació en Nebraska, realizó sus estudios de Grado en la Universidad de Nebraska-Lincoln, llevó a cabo un Máster y se doctoró en Psicología en la Universidad de Wisconsin-Milwaukee (EE.UU). Actualmente, trabaja en Australia ¿ha encontrado diferencias relevantes en la Psicología Clínica de EE.UU respecto de Australia?
MN: Sí, la diferencia más obvia es que en Estados Unidos debes obtener un doctorado para ser psicólogo clínico, mientras que en Australia solo se requiere un título de maestría. Los programas de capacitación de doctorado en los EE. UU. se suman a otros dos o tres años de formación, lo que permite a los estudiantes obtener más capacitación en estadística y métodos de investigación, así como en las bases biológicas, de desarrollo, sociales, cognitivas/afectivas del comportamiento humano.
AIRA: Actualmente es Presidenta de la Asociación Australiana de Terapia cognitivo-conductual ¿qué pretende esta Asociación y cuáles son las directrices de actuación en el campo de la salud clínica que podría trasladar a otros países, en concreto a España?
MN: Los objetivos de la Asociación Australiana de Terapia Cognitivo-conductual son los siguientes: 1) formar a profesionales de alta calidad; 2) publicar y difundir prácticas basadas en evidencia; 3) aumentar el uso de terapias conductuales y cognitivas en Australia; y 4) asociarse con la comunidad internacional.
Personalmente, me gustaría trabajar más en la ciencia de la psicología clínica. Ha habido una desconexión entre la teoría y la práctica clínica, de modo que nos hemos centrado en lo que funciona en lugar de por qué funciona. Esto ha llevado a una proliferación en el número de tratamientos diseminados. Tampoco nos hemos preocupado lo suficiente como para garantizar que los nuevos tratamientos funcionen mejor de los existentes actualmente. A veces, los terapeutas tratan todos los problemas, en vez de ser expertos en algunos tratamientos clave. Por lo tanto, me gustaría que se pudieran vincular modelos de psicopatología con procesos de tratamiento. Muchos modelos se superponen (p. e., la evitación es una característica clave en los modelos de ansiedad y depresión), y necesitamos determinar qué técnicas de tratamiento se enfocan mejor en estas características superpuestas. Además, deberíamos trabajar en la difusión y capacitación de los clínicos para ofrecer estas técnicas y así mejorar sus habilidades. Del mismo modo, si los modelos de psicopatología o las bases de los modelos no tienen respaldo científico, no deberíamos usarlos como guía de tratamiento. Inherente a este proceso, estaría el poder garantizar que los clínicos fuesen capaces de interpretar los hallazgos de la investigación para así determinar qué modelos e intervenciones tienen suficiente apoyo como para garantizar su uso o atención.
AIRA: Hemos comprobado que su campo de investigación es amplio, pero centrándonos en el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Como usted bien conoce, en 2013, surgió una nueva clasificación del trastorno, formando una nueva agrupación junto con los llamados “trastornos relacionados” ¿qué piensa de este cambio?
MN: Mi interpretación de los resultados de la investigación es que el TOC y el trastorno dismórfico corporal son similares, al igual que la tricotilomanía y la excoriación. El trastorno de acumulación parece diferir bastante del TOC. Las personas que cumplen con los criterios para el trastorno de acumulación tienden a disfrutar de las posesiones. Recogen objetos porque tienen sentido para ellos, siendo difícil separarse de éstos. Lo similar entre estos trastornos es el miedo producido por los pensamientos asociados con cada problema y la profunda creencia de que la angustia no puede ser tolerada. Con todos los trastornos obsesivo-compulsivos y relacionados, los clínicos deben ayudar a las personas a darse cuenta de que pueden tolerar la angustia.
AIRA: Una de sus líneas de investigación es estudiar los factores y procesos etiológicos y de mantenimiento de los trastornos de ansiedad, el TOC y trastornos relacionados, y el abuso de sustancias. Además, está interesada en el papel de los factores específicos y generales de los tratornos ¿estaríamos hablando de buscar factores comunes a estos trastornos? Por tanto, ¿esto entraría dentro de lo denominado “trandiagnostic o transtreatment”?
MN: Sí, esto coincide con la investigación de factores transdiagnósticos. La desregulación de la emoción parece ser un problema subyacente a muchos trastornos. Esto implica angustiarse demasiado por ciertas señales y la percepción de que uno no puede tolerar la angustia. El tratamiento transdiagnóstico, como el desarrollado por el profesor Peter Norton y sus colegas, puede ayudar a las personas que sufren ansiedad excesiva a regular sus emociones, independientemente de las señales que desencadenan su ansiedad y la creencia de que la ansiedad no se puede tolerar. Mi investigación ha resaltado que la desregulación de las emociones y el pobre funcionamiento interpersonal subyacen al trastorno de acumulación.
AIRA: Siguiendo con el trastorno por acumulación, usted ha publicado una revisión sistemática sobre el estilo de apego. ¿Podría comentarnos brevemente a qué conclusiones ha llegado? También nos gustaría conocer cuáles son los principales elementos a tener en cuenta en el trastorno por acumulación.
MN: Parece probable que se desarrolle un trastorno de acaparamiento, al menos en parte, porque las personas dependen de las posesiones para obtener apoyo emocional. Esto puede suceder cuando no se ha aprendido cómo mantenerse emocionalmente a sí mismo ni a los demás. Según la teoría del apego, cuando los cuidadores primarios responden de manera inconsistente a las necesidades y estados emocionales de sus bebés, los niños no aprenden a soportar o manejar sus propias necesidades emocionales o las necesidades emocionales de los demás. Por tanto, estos bebés crecen viendo signos de rechazo, lo que puede aumentar su emoción negativa y utilizar estrategias destinadas a obtener apoyo y amor. Esto, a menudo, conlleva problemas interpersonales porque se lleva a cabo con resentimiento y enojo. Este estilo de funcionamiento interpersonal se conoce como “estilo de apego ansioso”. Gran parte de mi investigación ha demostrado un vínculo entre un estilo de apego ansioso, la desregulación de las emociones, el mal funcionamiento interpersonal y el trastorno de acaparamiento. En conclusión, creo que el tratamiento para el trastorno de acaparamiento debe enfocarse teniendo en cuenta estos factores.
AIRA: Su confeencia en el Congreso se titula: "Comprendiendo y tratando el trastorno por acumulación", Podría decirnos cuáles son los elementos claves a tener en cuenta cuando diseñamos un tratamiento para este trastorno?
MN: En mi discurso, explicaré que deben incluirse módulos que aborden la desregulación de las emociones y el funcionamiento interpersonal ya que no existen en los tratamientos actuales del trastorno por acumulación. Estas dos facetas parecen ser la base del apego excesivo a los objetos. Necesitamos reducir ester apego si queremos que las personas puedan separarse de sus posesiones.
AIRA: Centrándonos en la eficacia de los tratamientos en el TOC en niños y adolescentes, y teniendo en cuenta su formación como investigadora y clínica, ¿qué ingredientes debiera incluir el tratamiento para los casos resistentes o cuyas recaídas son frecuentes a corto y medio plazo?
MN: La investigación básica nos ha enseñado que el aprendizaje de la extinción depende del contexto. Por lo tanto, debemos darnos cuenta de que sólo la exposición con prevención de respuesta no cura el TOC. Necesitamos usar estrategias de tratamiento que ayuden a reducir la recaída en otros contextos (por ejemplo, en el seguimiento, en diferentes entornos) e informar previamente a los clientes. De este modo, podemos ayudar a reducir la posibilidad de recaída y enseñar a nuestros clientes cómo ellos pueden ayudar. En cuanto a los casos resistentes al tratamiento, debemos analizar cómo podemos mejorar la exposición y la prevención de la respuesta. Por ejemplo, sabemos que las obsesiones sexuales y de daño son más difíciles de tratar. La investigación también ha indicado que dichas obsesiones provocan vergüenza, además de ansiedad, pero la investigación no ha explorado si la EPR reduce la vergüenza. Si la exposición a los eventos temidos no reduce la vergüenza, tenemos que averiguar qué estrategia podría hacerlo.
AIRA: Finalmente, y centrándonos en el momento en que vivimos de Pandemia por el COVID-19, ¿cómo considera que este virus está influyendo en los pacientes con TOC y relacionados? ¿Cree que en el caso del TOC, estará afectando más a los pacientes con síntomas de contaminación frente a otro tipo de respuestas obsesivas?
MN: Parece que la COVID-19 ha tenido efectos variables. Algunos, incluso aquellos con problemas de contaminación, no se han preocupado demasiado por contraer COVID-19. Para otros, la COVID-19 ha respaldado su creencia de que deberían estar demasiado preocupados por la contaminación. Esto resalta la naturaleza idiosincrásica del TOC y la necesidad de comprender completamente las creencias subyacentes de cada persona y cómo esas creencias alimentan la evitación.
AIRA: Siguiendo con la COVID-19 ¿Qué sucede con el trastorno por acumulación?
MN: Sucede lo mismo con este desorden aunque realmente depende de las circunstancias de un individuo. Eliminar objetos siempre es difícil y la COVID no ha cambiado esto. Para algunos pacientes, el único impacto ha sido que las organizaciones de caridad están cerradas y no aceptan productos. Para otros, esta situación ha reforzado sus creencias de que necesitan ahorrar/guardar para estar siempre preparados. Sin embargo, otros están utilizando la pandemia para desafiar directamente las creencias de que necesitan posesiones para manejar la soledad y ahora están eliminando más posesiones.
AIRA: Muchas gracias, Dra. Norberg. Reitero mi agradecimiento por participar en este congreso y seguir diseminado el conocimiento, aspecto tan relevante para usted a lo largo de su carrera.
MN: Muchas gracias a ustedes. Es un placer.